Escala de 12 horas en Nueva York con nieve
Paseo en familia por Nueva York nevado

Escala de 12 horas en Nueva York con nieve

¡Hola! Hoy os quiero contar cómo fue nuestra experiencia durante la escala de 12 horas en Nueva York con nieve. Sois bastantes los que me habéis preguntado cómo fue la experiencia tras ver nuestras fotos en Instagram.

Como ya os comenté en el post: Volar con niños con American Airlines. En nuestro viaje a Argentina hicimos dos escalas en EEUU para que nos saliera más económico el precio del vuelo. Hubiéramos podido hacer las dos en Dallas, pero Nueva York nos tentó. Pagamos un poco más, pero valió la pena.

Era la segunda vez que viajaba a la ciudad de los rascacielos. Los que me conocen saben que nunca me ha llamado la atención conocer esta ciudad. Pero eso cambió con una visita.

En 2014, embarazada de 5 meses, pisé por primera vez el suelo newyorkino y, tras ese viaje, supe que tenía que volver. Simplemente me cautivó. Sus barrios, los rascacielos, el ambiente, su skyline… me gustó todo.

Así que aprovechamos la escala para salir del aeropuerto JFK. Fueron 12 horas de escala, pero entre migración, abrigarnos (porque estábamos a -3º y veníamos del verano de Buenos Aires) e ir del aeropuerto a Manhattan, nos quedaron unas 5 horas. Teníamos claro qué queríamos ver: el árbol de Navidad de Rockefeller Center.

¡Estaba nevando!

Pusimos rumbo a esa parada de metro y nada más salir de la estación, la estampa nos fascinó. Era increíble mirar hacia arriba y ver los rascacielos y cómo caían los copos de nieve. Yo que no había visto nunca nevar estaba ojiplática.

Estábamos tan asombrados y cautivados con la estampa, que nos fuimos hacia la dirección equivocada y terminamos en Times Square. Era sábado, así que no había casi gente. De hecho creo que todo éramos turistas fascinados por la combinación de nieve y luces por doquier.

Hasta ese momento llevaba a E  dormida en el portabebés de Babymoov. Cuando se despertó, nos metimos en Century 21 para entrar un poco en calor y bajarla del portabebés. Al salir E alucinó con las luces y con la nieve. Pero hacía mucho frío, así que nos metimos en la tienda M&M’s para que E viera los colores, los muñecos y también para hacer un pis (los baños son gratuitos).

¡Llegamos a Rockefeller Center!

Tras esto, pusimos rumbo a Rockefeller Center. Hacía rato que no pasaban quitanieves por la calle y ver el asfalto lleno de nieve con el gigantesco árbol de Navidad al fondo, era una estampa propia de una postal navideña.

Nos acercamos al árbol para verlo mejor, a E le encantó, pero empezó a nevar con más intensidad y decidimos que era hora de refugiarse y comer algo. Para ello nos vino genial el propio edificio Rockefeller.

Para los que no lo sepáis, a parte de tener unas vistas increíbles desde el Top of the Rock. Tiene en el sótano una serie de tiendas, cafés y restaurantes. Fue en Tri-Tip Grill donde paramos a comer. Tiene menú infantil y las raciones son bastante generosas.

Tras esto y, sin volver a salir fuera, nos metimos en el metro y pusimos rumbo a la estación para coger el Air Train dirección aeropuerto.

Fue una visita breve, pero estoy segura que no la olvidaremos. Además nos consuela saber que antes de que llegue la primavera volveremos, pero esta vez en plan pareja 😉

¡Espero que os haya gustado la crónica de nuestras horas en NYC!

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