Cinco cosas que he aprendido de la blogosfera
Imagen del teléfono con el blog de Mamis and Kids

Cinco cosas que he aprendido de la blogosfera

¡Hola! Llevo mucho tiempo dándole vueltas a la posibilidad de escribir este post, sobre todo porque no está dentro de la línea de lo que suelo publicar. Pero dado que muchos de vosotros me lleváis acompañando desde que en 2012 empecé con mi otro blog (El Diario de la Novia), he querido hacer un repaso por las cosas que he aprendido de la blogosfera.

Sinceramente, he aprendido más en los tres años que llevo en Mamis&kids que en los dos anteriores con el blog de bodas. Y es que este blog me ha dado oportunidades que el otro no me dio.

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No es fácil ser constante

Con esto llevo «viviendo» 5 años. Lanzarse a escribir un blog es fácil,  ser constante y crear contenido para los lectores, no.  Yo alucino con las bloggers que consiguen publicar un post cada día de la semana.

Yo no puedo, al menos ahora no. Antes por supuesto sí lo hacía, pero con el tiempo he aprendido que lo mejor para ser constante a la hora de escribir un blog es tener un buen planning. Es por ello que viene genial tener un sitio para escribir las ideas que te vienen a la mente. En mi caso utilizo la agenda. Cuando no tengo nada planeado, voy a la lista de ideas, las leo y me pongo manos a la obra.

No es oro todo lo que reluce

Estamos acostumbrados a leer posts sobre lo maravilloso que es ser madre. Instagram está lleno de fotos bonitas y perfectas de la maternidad. Pero la realidad no es así. En este blog habéis leído post de desahogo sobre mi vida maternal, de vez en cuando viene genial escribir uno y quitarse un peso de encima. Si alguna blogger está leyendo esto, le invito a que lo haga.

Con respecto a las Redes Sociales… Muchas veces me he quejado de experiencias, situaciones o vivencias en los textos que acompañan a las fotos, por supuesto si tengo «un día de mier**» no voy a publicar una foto de una caca… (por ejemplo).

Suelo publicar fotos que me gustan, fotos que han salido de repente (sin buscarlas) y sobre todo (y aunque sean las fotos que menos veis) me gusta publicar algún producto que me gusta, ya sea comprado o regalado, si me gusta ¿por qué no hacerlo? Ya os digo que normalmente si son colaboraciones pongo el hashtag #colaboración.

Pero si algo no me gusta ni una pizca no lo suelo publicar. Normalmente mis quejas sobre productos/experiencias están en twitter jeje.

Las relaciones hay que mantenerlas

Sobre todo las relaciones con otros bloggers u otras madres. Gracias a los blogs he conocido a mucha gente (muchísima diría yo). Debo admitir que en los dos he perdido a gente que consideraba que ya formaba parte de mi vida. Y en las dos ocasiones la culpa ha sido mía. Las dos veces por no valorar el trabajo de otras bloggers/emprendedoras, llegando a menospreciar en alguna ocasión alguno de sus posts. Por supuesto no ha habido tercera.

Al final me di de bruces con la realidad. Si quiero que la gente respete el trabajo y las horas que dedico a mi blog (o redes sociales), debo valorar también el trabajo de los otros. Ya pedí en su día perdón por ello, algunas han apreciado este gesto y de hecho vuelvo a tener relación con ellas. Otras, en cambio no.

Su reacción ha sido de completa indiferencia hacia mi o hacen exactamente lo que hacía yo. Menospreciar cada nuevo logro que consigo (como por ejemplo escribir el libro). Por mi parte, de vez en cuando entro en sus blogs/perfiles para saber de ellas. No para criticarlas, sino para saber cómo les va la vida y ver todo lo que han conseguido en este tiempo.

Las colaboraciones pueden salir bien o mal

El tema colaboraciones con empresas es un tema delicado. He tenido colaboraciones que han sido una caña. Otras en cambio he tenido la sensación que me exprimían al máximo. No voy a negar que he conseguido muchas cosas a cambio de colaboraciones.

A estas alturas negar esto sería una mentira como un templo. Al principio aceptas cualquier cosa «gratis» que te pueden enviar a casa. Con el tiempo aprendes que no hay que decir SÍ a todo. Es por ello que, con el tiempo, he aprendido a distinguir las colaboraciones que me interesan y las que no. Las que valen la pena y la que es mejor pasar.

También he aprendido que es bueno tener un mediakit, algo que, hasta hace un año no sabía ni lo que era. Ahora si a las empresas realmente les interesa se lo curran, sino buscan a otra blogger.

Es así. Pero yo sigo con mi posición de «Si quieren algo que me busquen ellos» jeje. No soy yo la que se presenta a la empresa y dice: «Hola me llamo fulanita, tengo un blog y tantos seguidores y te pido ese producto a cambio de publicar una foto». Mensajes de estos me han llegado a mi que no soy una empresa… A mi hacer eso me da vergüenza.

No siempre se gusta

Esto es así. Te pasa siendo blogger, siendo músico, actriz… Yo no tengo problema en que la gente me deje de seguir o no me lea si no le gusta lo que escribo, pero de ahí a faltar al respeto… es otro asunto.

La figura de los haters cada vez está más presente, sobre todo, según como eres cada vez más conocida. Pero como siempre se ha dicho: «A palabras necias oídos sordos». Y siempre es mejor pensar en la gente que te sigue desde el segundo cero y que, de vez en cuando, te manda mensajes para darte ánimos o para hacerte un comentario bonito, que no malgastar el tiempo pensando en un comentario malo que te haya dejado una persona porque no le gustas.

Y hasta aquí mi repaso de lo que he aprendido de la blogosfera. ¡Cuéntame tu opinión!

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2 comentarios
  • Niña, siempre te he visto como una persona muy razonable pero esta segunda maternidad ¡te está terminando de asentar las ideas del todo! Y yo creo que para bien. Me siento muy identificada con algunos puntos: me da una pereza horrible presentar mi blog a las marcas y soy de las que me siento a esperar la llegada de las oportunidades. Y ¡hay que aprender a decir que NO! También me ha costado una barbaridad, pero ahora es lo que más digo cuando respondo al email. A fin de cuentas, creo que es importante ser coherente y seguir una línea razonable y que combine con nuestra forma de vivir la maternidad real. Eso sí ¡yo en Instagram cuelgo fotos horrorosas! Pero es que mi vida no da para más.

    • JAJAJAJA me encanta la primera parte del comentario! Si es que al final de todo se aprende en esta vida…
      Tu perfil de IG con fotos posadas no sería lo mismo! jajaja