Cómo iniciamos la Lactancia Materna
La pequeña lactando en el hospital

Cómo iniciamos la Lactancia Materna

¡Hola! Diez días hace desde que #lapequeñaL llegó a nuestras vidas y diez días llevamos con Lactancia Materna Exclusiva. Tenía clarísimo que iba a optar otra vez por la Lactancia como forma de alimentar al nuevo miembro de la familia.

Con #lapequeñaE ya lo tuve claro y conseguimos trece meses de LM, seis de ellos de Lactancia Materna Exclusiva.

Como ya os comenté en mi último post «Mi segundo parto», tuve un parto tan rápido que #lapequeñaL salió moradita y un poco helada. Fue por ello que en cuanto la pesaron y la asearon, me dijeron que la abrazara y que la pusiera al pecho.

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Otra vez esa sensación

Recuerdo que la primera vez que me puse a mi hija mayor en el pecho fue muy raro, era una sensación extraña. ¡Podía alimentar a un bebé con mis pechos! Por supuesto la primera vez tuve a matronas y enfermeras cada dos por tres en la habitación del hospital preguntándome qué tal el agarre, si me dolían los pechos, cómo me sentía…

Esta vez la cosa fue más tranquila y natural. En cuanto se enganchó tuve otra vez esa sensación de ser capaz de alimentar a un ser humano, pero esta vez no fue «algo raro», esta vez me sentía llena al ver que podía repetir la misma experiencia que con la mayor.

Por supuesto L se enganchó a la primera.

La experiencia hace mucho

Se notaba que tenía experiencia en el tema. Al principio tuve que recordar las posiciones para amamantar (tenéis las que más se usan en mi libro El reto de ser mamá con dibujos) y tuve que enseñarle cómo era un agarre correcto (el pezón y parte de la areola dentro de la boca y los labios evertidos). Esta segunda parte costó más, así que aparecieron las temidas grietas.

Una en cada pecho. Toma. Pero, sin duda, la teta derecha se llevaba la peor parte. En mi opinión es la «teta mala» no sé qué le pasa pero con E ya tuve problemas con ella, jaja.

Durante la estancia en el hospital solo vino a verme la matrona una vez para ver el agarre que tenía L, entró y me dijo «perfecto». Ya no volvieron a pasar, aunque sí es verdad que como me salieron las grietas tan pronto, en más de una ocasión pedí ayuda para que me enseñaran a corregir las tomas que hacía mal.

La «subida de leche»

En el hospital estuvimos exactamente 60 horas. La conocida «subida de leche» se produce, normalmente, entre las 48 y 72 horas tras el parto. Algo que he aprendido esta vez y gracias al libro Somos la Leche de Alba Padró, es que:

La subida de la leche NO está causada por leche  que se queda retenida en los pechos, sino que es un aumento importante de la vascularización de las mamas, esto  ocasiona que las mamas estén durante unos tres días calientes, aumentadas de tamaño y algo endurecidas.

Mi subida empezó en el hospital. El calostro dejó paso a la denominada leche de transición. Así me lo comunicó la matrona el día que me dieron el alta.

Por supuesto mis pechos se hincharon. Fueron dos días incómodos, pero esta vez no usé un sacaleches (como la primera vez) para aliviar el pecho, sino que opté por el remedio de las hojas de col.

Las hojas de col

Cuando en la última visita a la matrona antes del parto me dijo que me comprara hojas de col para la subida de leche pensé que era una locura, pero leyendo el libro que os he citado anteriormente y varios artículos sobre el tema, vi que era algo bastante común.

Así que el primer día en casa envié a mi marido a por hojas de col. Cómo se aplican:

  • Coges la hoja de col y la lavas.
  • En mi caso como eran grandes, usaba solo una y la partía en dos.
  • Pasamos un rodillo de cocina por encima de las hojas para romper los «nervios».
  • Las ponemos sobre las mamas y las aguantamos con el sujetador.
  • Al cabo de un rato, notaremos el pecho mejor y las hojas se habrán «cocido» (Están blanditas y pochas)

Una pena no conocer este remedio hace unos años. Funciona.

Las grietas

Pasé la «subida de la leche» con grietas. La de la izquierda ya no molestaba, pero en la derecha tenía herida y me dolía muchísimo cada vez que se enganchaba.

¿La solución? Ponerme mi propia leche y dejarla el máximo tiempo posible al aire, era lo que más me aliviaba. Por supuesto existen cremas. De hecho en el hospital me dieron una de pepita de uva que me la puse los dos primeros días en el hospital, luego ya no la apliqué. Y también me compré la crema Purelan de Medela, la cual he usado tres veces y la esparcia por el pezón junto con mi leche y dejaba secar al aire.

Pero, sin duda, lo mejor ha sido aplicar mi propia leche.

Diez días después ya queda poco de la grieta, solo un piquito que tiene ya costra y todo. Pero lo mejor es que cuando se engancha ya no sufro.

Así que tras diez días puedo decir que todo llega y pese a los días de tetas hinchadas, de dolor de pezones y de enganches dolorosos…  empezamos a disfrutar de la Lactancia Materna Exclusiva 🙂

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