Mont-Tremblant en verano con niños
Skyluge de Mont Tremblant

Mont-Tremblant en verano con niños

Mont-Tremblant es una localidad que se encuentra en la provincia de Quebec, fue nuestro destino después de Toronto y antes de Quebec. Es un destino bastante conocido durante la temporada de nieve, ya que sus pistas de esqui son unas de las mejores de Norteamérica, pero en verano también ofrece muchas actividades.

Estuvimos un día y medio en la zona y nos encantó, sobre todo las casitas que rodean las pistas de esquí. En ella destacan esas casas de colores tan bonitas y su amplio abanico de actividades para niños y mayores.

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Dónde alojarse

Una opción es alojarse en el Resort, alrededor tienes el lago Mont-Tremblant y la montaña, por lo que tienes a tu disposición varias rutas de senderismo y las actividades que se pueden realizar en la ladera de la montaña. En nuestro caso nos alejamos un poco de esta zona y nos alojamos justo al lado del pueblo de Mont-Tremblant. En concreto en el AX Hotel. El cual recomiendo totalmente. Buen trato, habitaciones limpias, nespresso en la habitación, piscina con agua caliente, sauna, gimnasio…

Cómo desplazarse

Si te quedas en el Resort, no tienes que preocuparte por desplazarte porque la mayoría de actividades se realizan ahí. Si te quedas en el pueblo hay servicio de bus hasta la zona de las pistas o puedes ir en coche, como fue nuestro caso. De nuestro hotel al Resort había unos 15 minutos en coche, al llegar aparcamos en las afueras, hay un bus que te lleva hasta el teleférico, pero nosotros fuimos andando (no es mucho) y está adaptado. Nos salió un día bastante nublado, pero por suerte no nos llovió.

El teleférico para subir a la parte alta del Resort es gratuito y mola mucho. Nos sorprendió la velocidad a la que sube y baja. Hicimos dos viajes, uno al subir y otro al bajar, aunque cabe remarcar que se puede hacer andando porque no es mucho, pero con las niñas había que subir sí o sí, alucinaron.

Qué hacer

Como ya he comentado el abanico de actividades es muy amplio tanto en invierno como en verano. En la época estival se emplean las pistas de esquí para hacer actividades como tirolina, escalada, se ponen camas elásticas para niños, pistas americanas…

Y hay una actividad llamada Skyline Luge que es, simplemente, genial. Nosotros la hicimos. Los cuatro. Y nos encantó. Consiste en seguir el circuito de bajada de la ladera con un cochecito (los podéis ver en la siguiente foto). Es una experiencia más que recomendada para hacer con niños. Nosotros nos dividimos: Miguel llevaba a L y yo a E. Y nos lanzamos colina abajo, parece mentira, pero el cochecito puede coger bastante velocidad. Hacía tiempo que no me reía tanto.

Pasear por las casitas de colores es otro imprescindible. Ver el ambiente de las callecitas con los turistas, las tiendecitas, los restaurantes y bares. Nosotros aprovechamos y cenamos allí. Hay muchos sitios para comer, aunque la mayoría tiene un precio elevado. Al final terminamos en un St Hubert, que resulta ser una cadena de restaurantes canadienses bastante conocida por su pollo asado, de este dato nos enteramos después de la cena.

El pueblo de Mon-Tremblant también merece una visita. Lo cruza una carretera, pero merece un paseo. Nosotros lo recorrimos por la mañana el mismo día que dejamos el hotel para poner rumbo a Quebec.

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