Pues mi hijo…

¡Hola! Hoy os escribo un post de esos en los que después de escribirlos tienes la sensación de quitarte un peso de encima.

Aún no entiendo la «necesidad» que tenemos las madres de «fardar» sobre los avances del desarrollo de nuestros hijos. Porque lo hacemos y mucho. Y digo «tenemos» incluyéndome porque sé que alguna vez (más antes que ahora) lo he hecho.

Nos gusta enseñar al mundo las novedades de nuestros pequeños, sus primeros gateos, su primera comida sólida, la primera vez que come solo, sus primeros pasos, sus primeras palabras…

Pero ¿no os pasa que siempre que enseñáis una foto contando algún nuevo paso en el desarrollo de vuestro pequeño sale un «Pues mi hijo…»?

38fc1894-fa30-4311-8ebf-c2ea5de1ac63

La tres palabras «Pues mi hijo…», a veces son solo dos «Mi hijo…» son el inicio de una frase que te va a dejar mal. Mal en el sentido de que otra madre te va restregar (aunque esta palabra no me gusta) que su hijo lo ha hecho antes.

Pongamos dos ejemplos:

  1. El otro día conté en IG que esta semana hemos pasado a E a su habitación, en la foto me escribieron varias mamis que directamente me dijeron que sus peques llevaban meses durmiendo solos en su habitación. Gracias por la información.
  2. Hablando con una madre: «Pues E mucho no dice: papá, más, agua y mamá, poco más» a lo que ella contesta «Uy, pues mi hijo dice papá, mamá, caballo, autobús, tren…» (Un poco más y me dice el diccionario entero)

¿Por qué? A ver, ¿por qué esta necesidad? Para el ejemplo 1, la mejor respuesta sería algo así «¡Qué bien! Mucha suerte, es un gran paso, a nosotros nos fue genial cuando lo hicimos» o «Mucho ánimo, a veces es duro, pero con perseverancia se consigue«. La cosa cambia ¿verdad?

Y en el ejemplo 2 y aunque sea un tópico, siempre se puede decir «Tranquila ya hablará, si te entiende y se sabe comunicar contigo, ya hablará«.

¿Sabéis qué pasa cuando damos las respuestas del ejemplo? Que a la otra madre la hacemos dudar y aparecen las típicas preguntas, que seguro que alguna vez nos hemos hecho, (porque somos así y nos lo preguntamos todo), pero con un toque de preocupación: ¿Tendrá problemas para hablar? ¿Y si no sabe dormir solo? ¿Y si no es capaz de dormir sin estar conmigo? ¿Y si tiene algún problema? ¿Debería llevarlo a un logopeda?…

Estos son dos ejemplos concretos, pero hay más, muchos más. Y os escribo este post para que reflexionéis. Si no nos gusta tener esa sensación, ¿por qué a otra mamá le va a gustar?

¡Besos!

Image and video hosting by TinyPic

Sígueme en FacebookTwitterInstagramPinterest y Google+

 

Participa

4 comentarios
  • Aunque suene duro yo paso directamente de hablar con otras madres y si no tengo más remedio que escucharlas escucho con atención y no comento nada de mi niño. Digo «ah! Qué bien! «Y adiós muy buenas. Algunas madres parece que han parido a un portento de la naturaleza que hace todo bien y es un adonis. Yo tengo la mala costumbre de comentar siempre lo malo (lo he hecho siempre conmigo misma y con mis cosas y ahora me doy cuenta que lo hago con mi bebé también y no me gusta ). Siempre me desahogo de si es un llorón que no me deja hacer esto y lo otro… y lo bueno y guapo que es nunca lo comento. Llevo escuchando a una «amiga » un montón de tiempo que si su hija tiene los ojos preciosos, fotos por aquí y por allá y yo callando me lo preciosos que los tiene el mío porque lo que tengo claro es que para cada una, nuestro hijo es el mejor y por mucho que yo diga lo estupendo que es el mío para la otra madre el estupendo será el suyo y esto es así y lo será siempre. Entonces? Por qué no ayudarnos más en lo que realmente necesitamos como madres y dejar de pavonearnos? A mí me gusta más desahogarme en plan «puf!en el último momento antes de dormir se pilla unas perras que no se cómo gestionar, qué puedo hacer? » Normalmente mis «amigas » me consuelan diciéndome que ya se pasará que a la suya se le pasó a los 6 meses… y una palmadita en la espalda porque realmente no quieren escuchar más.
    Bueno, menudo rollo estoy metiendo. …solo decir que por eso os sigo a las madres de instagram. Porque tengo el consuelo de que alguna vez dais consejos o ya habéis pasado por algunas cosas que me sirven de ayuda y no tengo que lidiar con madres tontas. Sois mis amigas virtuales aunque siempre tendré la esperanza de encontrar alguna vez alguna física!

  • Tienes razón. A veces pecamos de querer contar cosas y acabamos fardando…
    ¿Sabes lo peor? Que mi suegra y mi cuñada lo hacen con mi hija y mi sobrina de 3 años y ahora les ha dado por comprar a mi hija con la nieta de la vecina… Bendita paciencia tengo para aguantarlas

  • Que razón tienes! Yo alguna vez me he descubierto haciéndolo, no con mala intención ni mucho menos (ya que a veces tambien he hecho justo lo contrario al decir… «Pues mi hija aun no hace eso que hace la tuya…»), pero a veces ese orgullo de mami que se siente supercontenta con los avances de su peque, m ha llevado a responder con un «pues mi hija…» Y automáticamente después de decirlo, me he dado cuenta que eso no aporta nada a la mamá que te acaba de contar lo que sea de su hijo/-a, y es que lo más probable es que no esperara una lección sobre que es lo «normal» de un hijo de esa edad, sino que simplemente estuviera compartiendo contigo una experiencia sin más, se desahogaba o incluso esperaba una palabra de ánimo que le disipara sus dudas sobre si debe preocuparse porque su hijo haga o deje de hacer tal cosa… Así que ahora me esfuerzo mucho por no hacerlo, porque yo tambien he vivido lo contrario, y ese tipo de comentarios no aportan nada positivo, todo lo contrario, como bién dices, incluso en algunos casos pueden generar más incertidumbre en una madre que quizás ya tenia cierta preocupación por algun tema en concreto.