¡Hola! En junio del año pasado estuve en Nueva York y me quedé con ganas de probar la New York Cheescake, así que decidí cocinar una receta de tarta de queso estilo la neoyorquina (aunque tengo pendiente volver a NY y probar la original jaja).
Soy un poco «atrevida» y últimamente me lanzo a preparar recetas que no he hecho antes para eventos y para llevarlas a comidas o cenas con amigos, pero qué le voy a hacer, soy un poco «arriesgada» en ese aspecto, pero es que basta querer hacer una receta que te sale estupendamente para que ese día te salga como una patata jaja.
Bueno a lo que iba, para prepararla necesitáis:
1 paquete galletas María sin gluten
60 gr de mantequilla
1 tarrina y 3/4 de tarrina de philadelphia
1 yogur griego
500 ml de nata de repostería (35% de materia grasa)
150 de azúcar
4 huevos M
3 cucharadas de mermelada de fresa
Fresas naturales
¡Empezamos! Primero prepararemos la base, para ello trituraremos las galletas y las mezclaremos con la mantequilla formando una masa que esparciremos por el molde previamente engrasado (pasáis mantequilla por el molde para que no se pegue).
Una vez tengamos la base bien repartida, la meteremos en el horno 10 minutos a 180° arriba y abajo. Este paso se hace para que la masa compacte y no se deshaga al poner el queso.
Mientras se hace la base, empezaremos a preparar el relleno de la tarta, para ello mezclaremos el Philadelphia con el azúcar, con unas varillas eléctricas se hace en un periquete. Una vez estén ambos ingredientes integrados, añadiremos la nata y el yogur y seguiremos batiendo. Por último añadiremos los huevos uno a uno (integrándolo bien antes de poner el otro). Comentaros que yo lo hice con las varillas eléctricas y me cogió la masa mucho aire, lo que hizo que, posteriormente, se me hinchara mucho en el horno, así que mejor si los huevos los integráis con varillas manuales.
Una vez tengamos el relleno, lo echaremos sobre la base de galletas y meteremos la tarta en el horno durante una hora y media a 160° arriba y abajo. Veréis que los bordes se doran un poco y es probable que se hagan grietas en la superficie de la tarta (pasa muy a menudo con las de queso).
Cuando haya pasado el tiempo, la sacamos y la dejamos enfriar.
Para la cobertura calentamos en un cazo a temperatura media 3 cucharadas de mermelada con dos de agua, lo removeremos de vez en cuando hasta que veamos que la mermelada se ha disuelto formando una especie de sirope. Lo verteremos sobre la tarta y la decoraremos con fresas naturales. Yo las hice a rebanaditas, pero se pueden poner enteras.
Os dejo una imagen del corte:
¿Os animáis a prepararla?
oooh!!! que pinta!!!!
Yo ahora estoy mirando de hacer recetas sin gluten para el cumple de la peque, pq tenemos a un familiar q no puede comer gluten… 🙁
Pero con recetas así y con un sabor tan rico… Ummmm, q bien!!!
Saludos