Viajar a Budapest con niños
Vista de Budapest desde el río

Viajar a Budapest con niños

Viajar a Budapest con niños es una idea genial. Es sorprendente como la capital de Hungría está preparada para los niños. En este post os contaré nuestra experiencia durante los cuatro días que estuvimos allí con nuestras hijas.

Durante esos cuatro días tuvimos tiempo de verlo todo. También fuimos bastante tranquilos y al ritmo de dos niñas. Pero tres o cuatro días son suficientes para disfrutar la ciudad.

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Cosas a tener en cuenta:

– No usan Euros, usan Florines Húngaros, así que hay que hacer cambio de moneda.

– Para volar a este país solo se necesita el DNI (niños incluido)

– No tiene nada que ver Budapest (la capital) con el resto del país.

¿Dónde alojarse?

Durante nuestra estancia nos alojamos en un apartamento. Viene genial a la hora de ahorrarse un dinerito en desayunos/comidas/cenas, aunque comer por Budapest no es caro.

Nos alojamos en un apartamento que reservamos por Booking, por si os interesa es el HBP Guesthouse. Está relativamente cerca del centro, bien comunicado con transporte público, es grande y tiene todo lo necesario, cocina totalmente equipada incluida.

¿Cómo desplazarse?

Como ya he comentado estábamos relativamente cerca del centro, así que muchas veces paseábamos hasta la Basílica San Esteban y sus alrededores.

Otras veces usamos el autobús. Compramos un bono de 72 horas (solo pagamos los adultos) y con eso hicimos los trayectos más largos.

También cogimos metro, hay que tener en cuenta que en las entradas de metro siempre suele haber alguien de personal fijándose en si ticas o no el billete, así que hay que tener uno. El bono de 72 horas sirve para ambos transportes.

¿Qué ver en Budapest?

Por supuesto hay que ver los sitios más turísticos:

  • El Parlamento.
  • La Catedral de San Esteban y las calles de los alrededores.
  • El Puente de las Cadenas.
  • Plaza de los Héroes y el parque que tiene al lado.
  • La Sinagoga.

Y, en mi opinión, es imprescindible la zona de Buda. Tiene unos castillos que en su época seguro que fueron una maravilla (entre ellos el Castillo de Buda). Mola perderse por sus callecitas (nada que ver con las de Pest) y llegar paseando a la Iglesia de San Matías y a la joya de la corona: El Bastidor de los Pescadores. A mí me enamoró. Una por su arquitectura y otra por las vistas de Pest.

Por cierto, para subir hasta el Castillo de Buda hay un funicular, nosotros no subimos en él, subimos por un lateral, es más largo el camino, pero se va bien.

También requiere una mención especial Erzsébet tér, o el parque de Elisabeth (en honor a Sisí), en él podéis encontrar el Budapest Eye. En verano hay mucho ambiente.

Nosotros hicimos un free tour por la ciudad y descubrimos un poco más de historia. Pero en cuanto a lugares, nos llevaron por los «lugares típicos». Estos tours están bastante bien, conoces muchas anécdotas y solo pagas la propina que tú creas conveniente ( si pilláis uno mirad bien en la web que algunos os dicen el mínimo que tenéis que pagar por persona).

Gozsdu Udvar es otro imprescindible. Un pasadizo entre dos calles que está repleto de bares y restaurantes. Os recomiendo pasar tanto de día como de noche. De día podréis ver varios puestecitos con antigúedades, joyas o souvenirs.

Y si vais con niños os recomiendo una visita a Palatinus Fürdó, una zona de baños que está dentro del balneario Palatinus Strand (en la isla Margarita). Budapest está lleno de balnearios, pero este tiene una zona al aire libre con piscinas para niños. Nosotros pasamos una mañana allí y las peques lo disfrutaron un montón, sobre todo la mayor (3 años y medio). Os recomiendo que os llevéis algo de comida, unas toallas y que comáis en el césped.

Nosotros compramos allí la comida porque no sabíamos que la podíamos llevar. Por cierto, si pensáis comprar algo allí solo aceptan tarjeta de crédito.

¿Dónde comer?

De todos los sitios donde fuimos os voy a recomendar tres que a mí, personalmente, me encantaron:

Kajahu. Llegamos por casualidad a este restaurante después de ver el Mercado Central de Budapest. Se trata de un local moderno que combina restaurante con mercado. Es amplio, tiene zona para aparcar carritos, zona infantil para que jueguen los niños y cada comensal tiene en la mesa una pantalla desde la que pedir lo que quiere comer. Esa misma pantalla tiene dibujos animados para los peques y un chat para poder hablar con cualquier persona que esté en el restaurante. Además si vais al baño disponen de zona de cambiador y de una banqueta para que los niños se puedan lavar solos las manos. ¡Lo tienen todo pensado! Por supuesto la comida está buena y disponen de menú infantil.

Masel Tov. Nos lo recomendaron unos amigos. Es un local muy luminoso, se llena bastante así que os recomiendo reservar. Nosotros lo hicimos a través de su web. Disponen de cuidadora para los niños y zona con cambiador en los baños. Este no tiene menú infantil. Si vais os recomiendo estudiar bien la carta ya que hay platos que pueden confundir un poco. Yo pedí un pollo especiado que iba acompañado de pan de pita que estaba muy bueno. Para beber os recomiendo una buena limonada.

Cyrkuz. Una opción genial para desayunar o hacer un brunch. Lo teníamos cerca del apartamento. Nos animamos a brunchear allí un domingo. Mejor ir a primera hora, de hecho fuimos los primeros en entrar, pero cuando nos fuimos ya estaba lleno. Muy recomendables los Benedict Eggs. El café está muy rico y tienen una buena carta para desayunar.

Como veis Budapest es una buena opción para disfrutarla en familia, a nosotros nos gustó mucho. Además es una ciudad cómoda y fácil de conocer.

¡Espero que os haya gustado el post!

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