Experiencia a viajar sin hijos
Salto en el puente Brooklyn de Nueva York

Experiencia a viajar sin hijos

¡Hola! ¿Alguna vez te has ido de viaje sin tus hijos? ¿Estás pensando hacerlo? ¿hay que sentirse culpable por viajar sin hijos? En este post te quiero contar cómo ha sido nuestra experiencia.

Debo confesar que nosotros siempre hemos tenido claro que tener un hijo NO es un impedimento para viajar. De hecho lo habéis podido comprobar en mis redes sociales y en el blog (tenéis un apartado exclusivo sobre viajes). Pero un día simplemente nos preguntamos ¿cómo es un viaje sin hijos? ¿nos comerá el sentimiento de culpa por dejarla?

A estas alturas y, tras el viaje, debo decir que fue más caótico lo que me planteé antes del viaje, que lo que realmente pasó durante el viaje. Pero vayamos por partes.

Cuando le dices a otros padres que vas a hacer un viaje con tu pareja y sin niños hay dos tipos de reacciones. Los que te dicen «qué suerte, nosotros tenemos ganas de hacer uno así» y los que te dicen «yo no voy a ningún lado sin mis hijos». Hace unos 2 años yo era de los segundos, me parecía una falta de responsabilidad eso de dejarse los hijos para disfrutar de un viaje en pareja.

Por supuesto y, después de leer la introducción, sabréis que cambié de opinión.

Nuestro viaje sin hijos

Surgió sin pensarlo. Mi marido encontró una oferta de Iberia para volar a Nueva York en fallas. Ya sabéis que no nos gusta estar en fallas en Valencia por la incompatibilidad que tenemos (nosotros y todos los vecinos, que conste que no es algo solo nuestro) con la Falla que tenemos en nuestra calle. Era tal la oferta que no pudimos dejarla pasar y decidimos que podríamos aprovechar la oportunidad para hacer un viaje los dos. Total eran 4 días y seguro que E estaría bien sus abuelos. Y así fue.

No era la primera vez que la dejábamos con sus abuelos, en otras ocasiones (bodas, salidas en pareja, sesiones de cine…) ya la habíamos dejado. Pero sentía que «le fallaba», que la dejábamos de lado por no hacerla partícipe de uno de nuestros viajes. Que se despertaría por la noche, me buscaría y no estaría…

Fue por ello que dentro de mí surgió ese sentimiento de culpa que solemos tener las madres cuando dejamos a nuestro retoño. De hecho, confieso que me pasé la primera parte del vuelo de Valencia-Madrid llorando, pero era mejor dejarse llevar por el sentimiento que guardármelo. Fue soltarlo todo, hacer una videollamada con la peque, ver que estaba bien, relajarme y disfrutar del viaje.

Disfrutar hasta tal punto que de esta experiencia he sacado una conclusión: hay que hacerlo más veces. Y es por ello que os quiero dar mis motivos.

Motivar para viajar sin hijos

– Es una forma de reencontrarse con la pareja. Algo tan sencillo como poder dormir solos en la misma cama, poder pasear cogidos de la mano, hablar de vuestras cosas sin interrupciones… Desconectar de la rutina diaria, del trabajo y de los niños para poder comunicarse. Lo que se conoce como hacer vida de novios.

– Es una forma de escapar de la rutina. Levantarse, arreglarse con prisa, despertar a la niña, vestirla, mirar que desayune, llevarla al colegio, recogerla, jugar, bañarla, hacer la cena, acostarla… Cuando se tiene hijos solemos tener una rutina muy marcada para que los niños sepan qué hay que hacer en cada momento. A veces viene bien romper con esa rutina y no estar pendiente de si ahora le toca la cena o si hay que acostarlo pronto porque tiene colegio al día siguiente. Un poco de relax, por favor.

– Es un chute de energía. Te sientes renovado, cansado, has estrechado el vínculo con tu pareja y te sientes con fuerza para volver «a la batalla» de ser madre/padre.

– Valoras más el tiempo con tus hijos. Alejarse de ellos implica echarles de menos. Tras el viaje me he dado cuenta que valoro más el tiempo que paso con ella. De hecho tengo más ganas de pasar tiempo los tres juntos en familia.

– Los niños adquieren autonomía. Seamos sinceros, muchas veces les facilitamos la vida a nuestros hijos. Cuando están al cargo de otra persona esto cambia. No tiene la misma rutina que con nosotros y esto les ayuda a abrirse a nuevas experiencias, interactuar con otras personas y «desconectar» un poco de los padres. Siempre he querido saber cómo es E en la guardería o cuando la dejamos con otros familiares, me gustaría verla por un agujerito sin que supiera que la estoy observando, jaja.

Estos son los motivos o tal vez debería llamarlos «beneficios» de nuestra escapada a Nueva York.

Para finalizar, debo comentar que es MUY IMPORTANTE que durante el viaje haya comunicación con nuestro hijo. Es importante que no se sienta abandonado y que pueda hablar con nosotros. Que nos vea y que se sienta, al menos un ratito al día, unido a nosotros.

Y vosotros ¿ya os habéis animado a viajar sin hijos?

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7 comentarios
  • Me gusta que aceptes tu cambio de opinión. Yo de momento no me veo capaz, pero después de leer el post me pica la curiosidad! Y qué bien que vuelvas a escribir! Te echábamos de menos!!!!!

  • A mi me parece genial y respetable las dos partes, antes de tener hijos pensaba que sería de las primeras y que no le haría recorrer sitios inútilmente que no fuesen de disfrute más infantil, pero donde digo Diego..😂,,, ahora, no me veo sin A . Supongo que en unos años podré hacer como tú, solo espero que el sentimiento de culpa me afloje 😥

  • Cuantos anos tiene E? Yo estoy llegando a UNA’s vacaciones sola con mi esposo y no dejo de pensar en todo lo contradproducente que es para un nino menos de 3 anos (mi hijo tiene 2 y 8 meses)